Resumen
El cerebro está encargado de regular muchas funciones importantes, desde la percepción de estímulos o la regulación del movimiento, hasta las funciones cognitivas superiores. Para poder adaptarse a un ambiente siempre cambiante, el cerebro presenta la capacidad de modificarse a sí mismo a través de procesos de plasticidad sináptica. Estos procesos pueden ser estimulados por diferentes actividades, y una de ellas es la conducta sexual. En este artículo se revisará brevemente qué son la neurogénesis y la formación de espinas dendríticas, cuál es la importancia de estos procesos en el contexto de la plasticidad sináptica, y cómo se ven influenciados por la conducta sexual. Se abordarán también un par de ejemplos de estudios en humanos donde se describe cómo estos cambios producen un impacto a nivel conductual, y concluiremos con una reflexión acerca de lo que implican estos cambios, así como otras estrategias para potenciar la plasticidad sináptica en el sistema nervioso central.

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