Fri, 31 Mar 2023 in Diseminaciones
Kohan, Walter. (2019). Paulo Freire. Mais do que nunca. Uma Biografía Filosófica. Belo Horizonte: Vestígio. ISBN: 978-85-54126-45-2. 269 pp.
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Uno nunca sabe lo que puede deparar un aula, su potencia es insospechada. Podemos, arriesgadamente, compararla con un libro. Un libro como un aula o un aula como libro; ambos están abiertos, aunque estén física y temporalmente cerrados. Aula y libro son proclives a la apertura de ese “otro” que toma, ojea, huele, escribe, raya, lee, pregunta y vagabundea por sus ideas, pero, sobre todo, que está atento para escuchar esa palabra oral o escrita que yace allí, en ese “uno” que propone los “unos” libros, las “otras” aulas o viceversa. Aula y libro son análogos en tanto circulan -mediante palabras e ideas- como infinitos espacios de mundos posibles. Los libros y las aulas hospedan; es decir, están abiertos para ser explorados, reinventados, preguntados y cuestionados. En ambos hay polémicas formas de vida como también de preguntas sin polémicas, sino de naturaleza curiosa.
Walter Kohan ha procurado ser hospitalario, lo es con su libro Paulo Freire Más que nunca. Como un aula, su libro es abierto y dialógico; abre al tránsito de un caminante incansable como Paulo Freire, un exiliado que encontró en esas aulas, libros, grupos y colectivos a esos otros que se abrieron a él dándole un arraigo pleno de amor que el propio Freire creía como único y posible para “otra” humanidad. Walter Kohan, en esta biografía filosófica, camina a través de enunciados hechos apartados en el libro como “Vida”, “Igualdad”, “Amor”, “Errancia” e “Infancia”.
He tenido la fortuna de estar en varios encuentros con el autor de quien reseño su libro escrito en portugués, la lengua materna de Freire, mas no del autor de esta biografía filosófica, quien es de origen argentino. De alguna manera, es un errante quien lo escribe y un curioso del mundo situado de Paulo Freire, que lo implica a través de su respeto por el pedagogo. Libro de papel, de hojas que crujen vivas, leo en un idioma que parece ajeno, pero entiendo que Freire se puede pronunciar en otras tantas lenguas, en realidad, en su lenguaje universal de amar al ser humano como posibilidad de su entera humanidad. Allí, en su caminar errante, Walter Kohan pronuncia, se mueve, se manifiesta y está siendo en las huellas dactilares de las voces que convoca. Como regalo a la palabra latinoamericana, el libro puede encontrarse en las ediciones de CLACSO de forma digital y gratuita, hecho absolutamente coherente con la propuesta freiriana de popularizar el saber, el conocimiento puesto para todos.
Leo en portugués y parece que entiendo, porque en la errancia también me reconozco. Acaso sea una condición para su lectura el errar hecho de cosas que uno reconoce “allí”, brincando entre letras y perdiéndose sin, aparentemente, buscar nada; como dice el poeta Juarroz, a quien cita Kohan, “buscar una cosa, es siempre encontrar otra” (p. 138). Entonces el libro es un acompañante viajero de sumas de experiencias de vida que obligan a estudiar a profundidad la obra de Freire, pero también la propia obra de Walter Kohan. Es difícil distinguir oficios entre uno pedagógico y otro filosófico, acaso ambos se asoman en las rendijas de las aulas semiabiertas de algunos días que volverán como preguntas. Ellas abren y son promesas de un mundo que nos convoca sin certezas, sino con la incertidumbre que habitamos. El libro nos regala historias, pasajes y sujetos con quienes Kohan también conversa a través de entrevistas a Esther Pillar Grossi, referente de la educación de la infancia en Brasil, así como al propio hijo de Paulo Freire, Lutgardes Costa Freire.
Uno se encuentra en esas páginas que son como el Andarilho da Utopía en el capítulo denominado “A errância” (versión impresa p. 143), ese pájaro que vuela y que Walter Kohan considera análogo a la figura de Freire, porque éste lo hacía: volaba, viajaba y lo sigue haciendo a través del autor del presente libro, que también parece un aula itinerante para hacer un mundo grande y propio -de Brasil al mundo/del mundo a Brasil-. Después, situarlo como un mundo tan amplio como el corazón que canta y pronuncia injusticias, inequidades, desigualdades, y porque también despronuncia haciendo, rehaciendo, pensando y creando en el caminar, en el errar. Compartimos mundos entonces porque lo hacemos juntos: México, Brasil, Argentina, una lista larga de geografías, de geopolíticas pedagógicas urgentes. De ahí el nombre tan provocador: Mais que nunca. Más que nunca, ¡Freire!
Estas pedagogías que compartimos como una marcha/una militancia con los oprimidos, oprimidas y oprimides, los/las trabajadores sem Terra y como expresión de la errancia, porque son una esperanza que alienta a un mundo posible. A pesar de la pandemia y para educar, errar es una condición inerte, invita a un mundo en estado de errancia, de invención a partir del error, del viaje. Justo en este momento lo estamos haciendo porque caminamos en la palabra que intenta el lazo del mundo, lazo y mundo tan necesarios. Tal vez marchamos entre pantallas; las hemos tomado a pesar de nuestra propia resistencia; las hemos hecho públicas porque no es su fugacidad quien la produce, sino su errar en el presente quien nos convoca. Por ello, Walter Kohan nos recuerda entonces que la igualdad es irrenunciable si de educar se trata.
En esta geografía, me detengo en la igualdad y, junto a Walter Kohan, me pregunto para conversar: ¿la igualdad sería el fin de la educación exigida por la desigualdad socialmente imperante? Me contesta Walter, quien escucha a Freire, y dice: la igualdad es un principio general entendido como concientización de los pueblos; la liberación como deseable/posible/impostergable. Nos constituye la libertad y ella es principio de la igualdad que necesitamos reconocer, desde este primitivo grito de ¡estamos siendo humanos! Entonces me doy cuenta de que leo en portugués y escribo en español, y ahora es mi voz la que pronuncia un acento desconocido que, al mismo tiempo, comprendo. Una cierta igualdad se hace presente, porque se invita a comprender la ampliación de mundos intraducibles y traducidos por los sentidos que produce. “Ninguém é superior a ninguém” (p. 81) porque amamos; pero aprender a hacerlo es errante como la palabra misma y como pregunta de política de la existencia. “En sociedades absurdamente desiguales como las de nosotros puede existir efectos políticos desiguales fuera de la relación pedagógica pero no dentro de ella”, nos dice Freire (p. 101).
El capítulo dedicado a “La igualdad” no puede disociarse de todo el libro dado que está presente como forma de vida filosófica en acción pedagógica: la biografía filosófica lo recoge en tanto testimonio de vida pedagógica. Podríamos llamarlo una biografía pedagógica también. Pero en realidad la pretensión del libro es recorrer el camino de la hospitalidad de Freire con su obra errante, de amor y de compromiso político como ejercicio de resistencia con alegría. Lo que produce leer biográficamente a Paulo Freire a través de la mirada de Walter Kohan es el encuentro con la posibilidad dialógica, es decir, lo colectivo. Podríamos estrechar abrazos y brindarnos en la palabra que hoy pretenden circular y encontrarnos con tantos, como posibles mundos.
El libro en su edición en español está disponible en las páginas de CLACSO.2 En acceso abierto, gratuito, disponible para ser leído, caminado, revisado; lleno de humanidad por descubrir. En su edición impresa es la singularidad de la experiencia de la lectura la que convoca y en ella se decanta otra aula como libro y un libro como aula abierta.
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Author
Patricia Roitman Genoud
Universidad Autónoma de Querétaro, México roitmanpatricia@gmail.com, Mexico